Cada mañana, antes de empezar el viaje del día, siéntate tranquilamente, en silencio, y siembra la semilla de la paz.
Paz es armonía y equilibrio, es liberación de la carga de negatividad y desperdicio.
Hagamos que la paz encuentre su hogar en nuestro mundo interior. Es nuestra fortaleza original, la eterna tranquilidad del ser.
No debemos darle permiso a la mente para alterarse.
Una mente alterada se influencia fácilmente y perderemos la paz.
Un enfoque introspectivo nos permite reconocer los pensamientos inútiles y reemplazarlos con una perspectiva espiritual nos permite sostener una mente calmada, pacífica, enfocada, concentrada y llena de buenos deseos y sentimientos puros para el ser y para los demás.
La paz es un estado activo.
Requiere una atención constante el vivir y responder como un ser pacífico ante cualquier trastorno de la vida.
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