lunes, 24 de junio de 2013

¿Dónde estás, emocionalmente hablando, en estos momentos de tu vida?



¿Dónde estas? 
¿Dónde estás, emocionalmente hablando, en estos momentos de tu vida? 
¿En que lugar del camino estás situado/a? 
Si pudieras dar unas coordenadas del punto de tu momento vital y la perspectiva en la que te encuentras, cuales serían? 
¿En que película te hayas inmerso/a?

ZONA 1, posibles respuestas
Estoy perdida, atrapada sin salida, estoy lamiéndome las heridas, enganchada a mi teléfono móvil, apegada a alguien que se fue. 
Estoy engañando, engañándome, abandonándome a mi mismo, pasando el rato, culpando a otros del sin sentido de mi vida. 
Estoy intentando cambiar a alguien, intentando que alguien me ame, perdiendo el tiempo con pasatiempos diversos, estoy idealizando a alguien, seduciendo, evadiéndome de la realidad. Estoy confusa, ansioso, deprimida, colgado de una situación que sucedió hace años. 
Estoy montándome una película de miedo, una película de amor, fantaseando, maltratándome, haciéndome mala sangre. 
Estoy en tierra de nadie, entre dos aguas, en el cuento de la cenicienta, peleándome con mi madre, comiéndome todo lo que me pillo, tirándome a todo lo que se me pone delante, intentando agradar a todo el mundo, huyendo de mi misma, estoy en una relación destructiva…

Estoy desconectado de mi cuerpo, desconectada de mis verdaderas necesidades, escondiéndome del mundo, protegiéndome de sentir hasta asfixiarme. 
Estoy en una huida hacia delante, llenando mi vacío con dulces, intentando cambiar el pasado, rechazando lo que es y lo que fue. 
Estoy viviendo mis dramas, tocando fondo, regodeándome en mi malestar, buscando ser visto, ser aceptada, tratando se mostrarme super woman, blindándome a la vida. 
Estoy victimizándome, castigando y maltratando a otros, viendo el mundo desde la barrera, manipulando al personal, justificándome, ocultándome…

Ando buscando reconocimiento, estoy autoexigiéndome, estoy tratando de ocultar mis miedos, angustiándome a  mi mismo, sentada en una la montaña rusa, sentada ante un polvorín. 
Estoy perdiéndome en los otros, tratando de que me quieran por lo que les doy, anulándome a mi misma, dejándome la piel para que me valoren. 
Estoy luchando contra el mundo, castigándome, intentando complacer a otros, tratando de no molestar, buscando ser vista, intentando que parezca que no me importa que me vean. 
Estoy tratando de destacar, machacándome por no ser perfecto, deambulando, controlando,  viendo pasar la vida, sin implicaciones emocionales, añorando lo que no tengo, estoy perreando, rescatando a alguien, esperando que me rescaten, sacrificandome…




Unas coordenadas y una perspectiva muy diferente serían, 
ZONA 2
Estoy tratando de encontrarme, aprendiendo a estar sola/o, aprendiendo a estar conmigo, conectando con mis necesidades, conectando con mis sentimientos, aprendiendo a cuidarme. 
Estoy donde estoy, donde quiero estar, con quien quiero estar. 
Estoy aquí y ahora, poniendo limites, aprendiendo a llevar las riendas de mi vida, tomando conciencia de mis condicionamientos, de mis inercias y automatismos. 
Estoy haciendo la vida que quiero, estoy aquí, conmigo, escuchándome, abrazando a mi niña/o interior, acogiendo mis miedos, acunando mi ansiedad, estoy abriendo mi corazón al amor…

Estoy haciendo yoga, haciendo tai chi, bailando, riendo, estudiando, meditando, plantando hortalizas, estoy afrontando situaciones que temo, buscando un equilibrio interior. 
Estoy autoafirmándome en el trabajo, aprendiendo a aceptarme como soy, aceptando lo que siento, aceptando lo que hago aunque no me guste, viendo que esas cosas que no me gustan de los demás también son mías. 
Estoy aprendiendo a respetarme, aprendiendo a respetar a otros, dándome cuenta de cómo me violento cuando me exijo la perfección, disfrutando del día a día. 
Estoy expresando mi creatividad, aprendiendo a tocar un instrumento, estoy mirando al cielo, conectada con mi alma, con mi instinto salvaje, ocupándome de hacerme feliz…

Estoy haciendo las paces con partes de mi misma, ilusionado con mi vida, dejando de pelearme conmigo y con los demás, en la búsqueda de mis sueños. 
Estoy apostando por mi mismo, invirtiendo en salud física y emocional, inmerso en mi proceso de duelo, dejando de perseguir a un hombre que huye de mí, discerniendo entre lo que me gusta y lo que me conviene. 
Estoy dándome cuenta de cómo busco la confrontación, de cómo evito la confrontación, de lo que me cuesta autoafirmarme frente a otros. 
Estoy tomando decisiones,  asumiendo responsabilidades, soltando lastre, dándome cuenta de que modo colaboro en relaciones insanas. 
Estoy haciendo realidad mis sueños, inmersa en proyectos creativos, haciendo estiramientos, abierta a la inspiración. 
Estoy contenta, alegre, feliz de la vida, disfrutando de la maternidad, escuchando mi corazón, generando confianza, aprendiendo a amar sin condiciones, dando gracias…

¿Dónde estás tu cuando estás confuso, perdida, desorientada, deprimido, enfadado?
¿Dónde estás cuando te abandonas? ¿En que película te gustaría estar?





Estamos bien en nuestra piel cuando nos encontramos situados en el presente con un pasado limpio y un futuro claro
Un proceso terapéutico consiste en pasar de la zona 1 a la zona 2, revisar, recolocar, reordenar, limpiar, aceptar y soltar el pasado. 
Salir de la zona de confort de lo conocido (la propia neurosis) para adentrarnos en lo desconocido, lo nuevo, la zona de la creatividad. 
Es necesario atravesar los miedos y transformar las creencias limitantes con confianza y perseverancia. 
Para empezar a caminar por la vida ligero de equipaje, tomando conciencia del momento presente, estando despierto aquí y ahora, con un corazón abierto y compasivo mirando hacia un futuro despejado.
Tal vez alguien se pregunte si hay zona 3
Si, eso es seguro, es donde sentimos el Fluir de la Vida, donde acontecen las sincronías y los milagros, pero hoy no nos adentraremos en ella…








En estos momentos de crisis, cambio y transformación a nivel mundial es  imprescindible soltar, dejar ir aquello que ya no nos sirve, lo que nos dificulta la vida y las relaciones, lo que nos hace sufrir y con lo que hacemos sufrir a nuestros allegados. Son lastres que no nos dejan caminar con ligereza.

Los diferentes maestros han dicho que el sentido de la vida es aprender a AMAR. Aprender a vivir desde el corazón, desde el aquí y ahora, siendo auténticos, honestos, transparentes. 
Se dice: “No me quieras tanto, quiéreme mejor”
No amamos desde el egocentrismo, el individualismo, el miedo, la codicia, la envidia, la vanidad, es decir desde el ego sino desde la esencia, la honestidad, la vulnerabilidad. 
Lo que nos genera problemas en las relaciones son la personalidad (el ego) y la sombra. Ahora bien, a Dios gracias como los cantos rodados nos vamos puliendo…

Las relaciones sanas brotan del autoconocimiento y la aceptación de uno mismo. Cuando nos aceptamos, aceptamos a los demás. 
Cuando nos respetamos, valoramos, apreciamos y somos tolerantes con nosotros mismos podemos serlo con los demás.
Autoestima es amar lo que soy a cada momento. Sin embargo, nos cuesta amarnos y aceptarnos como somos, preferimos Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Cuando juzgamos, culpamos, exigimos, criticamos, mantenemos relaciones de dependencia, tratamos de imponernos, tenemos expectativas, somos intolerantes, controlamos, rechazamos… estamos en guerra y sufrimos.





Las personas somos como huevos: la esencia es la yema, la cáscara es la personalidad y la clara es la sombra. 
Desde la personalidad no podemos percibir la esencia. 
Hemos de atravesar la sombra para acceder al núcleo del Ser, y para ello es imprescindible la aceptación de contenidos que no son conscientes.

En la infancia nos construimos una personalidad con la que nos identificamos, es como un disfraz protector, una coraza defensiva que no nos deja mostrarnos como realmente somos. “Se el que eres” dijo Jung. ¿Qué somos?

Somos esencia, corazón, amor incondicional. 
La esencia es nuestra capacidad de sentir, de ser afectuosos, creativos, de entusiasmarnos y soñar. 
Es nuestra naturaleza original, bondad, vulnerabilidad, ternura, espontaneidad, capacidad de asombro. 
La esencia es transparencia, receptividad, vivir el aquí y ahora. 
El Ser resplandeciente y luminoso
Pero se haya oculto tras el disfraz del ego…

Necesitamos contactar el yo verdadero, no impostado, con ese lugar profundo en el interior para percibir al otro en ese mismo lugar. 
Ese espacio interior que se mantiene inalterable aunque todo lo demás cambie.

Todos tenemos experiencias de la esencia, podemos conectar al niño interior, preguntándonos: ¿Qué es lo que me conecta con la Vida, con lo que disfruto especialmente a solas, lo que me apasiona, con lo que me olvido del tiempo y  vuelvo a ser una niño/a?

El ego es un mecanismo de protección y adaptación al mundo, una estrategia de supervivencia en un principio útil pero llega a ser una jaula para el alma
Una estructura de defensas que nos da seguridad pero a la vez limita las experiencias y nos hace sufrir. 
Es lo que aparento ser, la imagen que quiero dar, no lo que verdaderamente soy. Ser es lo opuesto a aparentar.

Para ello hay que ampliar la personalidad, hacerla flexible y transparente y dejar que el alma la atraviese. Mostramos como somos.
Si no…  la vida es un baile de máscaras. 
El eneagrama se basa en las pasiones que nos dominan: ira, orgullo, vanidad, envidia, avaricia, miedo, gula, lujuria y pereza. 
Son disfraces con los que nos identificamos  en la infancia al ver que me iba  mejor si era llorón, perfecto, simpático, rebelde, responsable, adaptable… y porque en la familia era necesaria esa energía.




Expectativas, posesividad, control, exigencias, apegos, egoísmo, envidia, vanidad, dependencia, reproches, orgullo… son los mecanismos defensivos de la personalidad. La cura para sanar las relaciones es el amor y aceptación incondicional, libertad, confianza, el dar espacio, respeto, límites adecuados, comprensión… en primer lugar a uno mismo y luego a los demás.
 De ahí la importancia de tomar conciencia y conocernos más profundamente, de pulir la personalidad y hacer consciente e integrar la sombra.

La sombra son las características psicológicas inconscientes, el lado oculto, lo reprimido, negado. 
Es lo no expresado, lo no manifestado, las potencialidades. 
Lo que creo que no soy, lo que rechazo de mí y excluyo
Jung dijo que la sombra era “el conjunto de vida no vivida” y que contenía un 90% de oro puro.

Aquello que rechazamos en los demás, lo que nos molesta, lo que nos desagrada, eso que no puedo ver en mí, mis puntos ciegos… pertenece a la sombra. 
Utilizamos el mecanismo de proyección: lo proyectamos y lo vemos en el otro, lo excluimos
Es un intento de liberarnos, de tirarlo a la basura. Sin embargo, no desaparece y nos genera conflictos. 
Jung dijo: “Lo que se resiste, persiste”
Vemos la realidad no como es sino como somos…

Las relaciones son un camino de autoconocimiento y crecimiento personal que pasa por reconocer las proyecciones, tener la valentía de ver lo que no nos gusta en el otro y decir “si, esto también es mío”
Al hacer las paces con un aspecto interno deja de molestar en el exterior y podemos dejarlo partir. 
Superar aversiones, intolerancias, apegos, dependencias, críticas… aceptándolo en uno mismo podemos aceptarlo en el otro.

Aceptación, aprecio, perdón, reconciliación, gratitud. Muchas veces no podemos perdonar al otro pero en el fondo no nos perdonamos a nosotros mismos lo que hemos permitido.

Dejo unas preguntas para reflexionar: ¿Con que me peleo? ¿Qué rechazo? ¿Qué me molesta? ¿Qué es lo que no acepto de mí? ¿Qué me cuesta aceptar en los otros? ¿Que me separa del amor, la aceptación, la paz conmigo y los demás?


A.C.

2 comentarios:

  1. Estoy tratando de encontrarme, aprendiendo a estar sola/o, aprendiendo a estar conmigo, conectando con mis necesidades, conectando con mis sentimientos, aprendiendo a cuidarme.
    Estoy donde estoy, donde quiero estar, con quien quiero estar.
    Estoy aquí y ahora, poniendo limites, aprendiendo a llevar las riendas de mi vida, tomando conciencia de mis condicionamientos, de mis inercias y automatismos.
    Estoy haciendo la vida que quiero, estoy aquí, conmigo, escuchándome, abrazando a mi niña/o interior, acogiendo mis miedos, acunando mi ansiedad, estoy abriendo mi corazón al amor… y otras mása de la Zona 2...o sea...no estoy tan jodida !!!!!!!!!!!!1

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  2. Excelente, Marite. Abrazo de oso. =D

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