miércoles, 17 de julio de 2013

¿CÓMO MEDITAR?


Para Meditar se debe estar en una postura cómoda, ya que centrar la mente se hace más difícil si hay molestia o dolor. Respirar profundamente y dejar que la mente llegue a un silencioso vacío interno. 
Entonces, tratar de sentir con el corazón de la flor de loto interna y tratar de ver la luz que hay dentro de cada ser humano. 
Es el primer paso a la liberación de lo externo y de las ilusiones mundanas.

Para lograr una buena postura, nos sentamos de loto (pie derecho sobre pantorrilla izquierda) de forma que las rodillas se apoyen firmemente en el suelo, es ideal utlizar uno o más almohadones duros (no sirven los blandos, pero una manta plegada y enrollada puede servirnos transitoriamente) colocados sobre moqueta, una manta o cualquier superficie suave.

La columna vertebral recta (al situar la espalda recta y vertical, perfectamente alienada, se mantiene la atención despierta y la inmovilidad; según algunas escuelas -yoga, tantra- la energía fundamental en el cuerpo circula con mayor libertad).
Las rodillas deben estar mas bajas que la pelvis para que ésta bascule hacia delante, la cabeza alta con la nariz levemente hacia abajo. 

Todo esto es muy importante ya que facilita la circulación del chi o energia vital a traves de la espalda, optimizando así todas las funciones vitales. 

Nuestras manos sirven para reforzar la expresión y mostrar el estado de ánimo, su posición durante la meditación es muy importante y se debe procurar una posición simétrica y simbólica por medio de una “mudra”:
-Mudra de la sabiduría (en yoga): con las manos sobre las rodillas, palmas hacia arriba y dedos extendidos, salvo pulgar e indice que rozan sus yemas al formar un circulo.
-Mudra del vacío o cósmico (zen): formando un óvalo con las palmas, una encima de la otra y los dedos pulgares rozando sus puntas.
-Mudra del respeto o saludo: con las palmas juntas a la altura del pecho (esta mudra no se mantiene durante la meditación, sirve para iniciarla y finalizarla).
También se pueden mantener las manos sobre el regazo con las palmas hacia arriba, una encima de la otra.
Los hombros han de estar relajados y "caídos". 

Hemos de sentirnos sólidamente sentados... como una montaña, plantados aquí y ahora, en la eternidad.

Respiramos siempre por la nariz. La respiración en esta técnica no es espontánea sino voluntaria, lo que nos obliga a controlar el ritmo respiratorio y esto "ata" la mente al "poste" de la respiración. Esto nos facilita el controlar la mente ya que es mucho mas fácil advertir que ésta se ha descentrado cuando percibimos el cambio en el ritmo respiratorio (se hará mas corto y se acelerará), porque como dicen los tibetanos "la mente es el jinete y la respiración el caballo y como vaya el uno ira el otro".
La inspiración ha de ser a "velocidad normal" aunque más profunda que la espontánea y luego expiramos silenciosamente de un modo algo mas lento en la expiración "espontánea".

Con respecto a los ojos depende de la tradición. 

En yoga se suelen mantener cerrados y en el budismo entrecerrados. 
Pero cuando se utiliza un objeto de concentración visible, evidentemente deben estar abiertos. 
En cualquier caso la mirada debe estar perdida en el infinito.

Se puede meditar en cualquier momento del dia, aunque los momentos más favorables son el amanecer y el anochecer, pues en estas horas se relaja el ritmo frenético de la vida ordinaria.

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